En algún momento habrás leído u oído acerca de la “nutrición ortomolecular”. Muchas son las personas que han adoptado esta forma de vida, que consiste en basar su alimentación en ciertas bases de la salud universal, mientras otros responden que no existe base científica alguna que demuestre que esa manera de obtener los nutrientes sea positiva para el ser humano.
En cualquier caso, mientras esperamos que la comunidad científica llegue a alguna conclusión concreta sobre la nutrición ortomolecular, éste puede ser un excelente momento para descubrirla, partiendo de la definición de la Sociedad Española de Nutrición y Medicina Ortomolecular.
Terapia alternativa
Ellos la definen como la intención de alcanzar el “equilibrio del medio interno”, aprovechando los principios moleculares de la constitución celular, mediante el uso de sustancias concretas, “nutracéuticos basados en el principio de la nutrigenómica y nutrigenética”.
En otras palabras, priorizan la obtención de los nutrientes necesarios para todo el cuerpo humano mediante el consumo de los aminoácidos, vitaminas y minerales que no obtenemos de los alimentos. Para que ello sea posible, evidentemente, se le suministran a la persona sustancias complementarias en altas dosis, lo que significa que hay algunas contraindicaciones a las que debemos atender.
Esta terapia alternativa, que causa rechazo entre profesionales de la salud y la nutrición, sostiene que se debe ingerir gran cantidad de agua, grasas insaturadas y carbohidratos complejos durante todos los días y lo que no ingresa al cuerpo con la comida, incorporarlo con suplementos.
¿Cómo se realiza la nutrición ortomolecular?
Para realizar esta nutrición, se debe respetar una alimentación que involucre opciones que encuadren con las grasas insaturadas y carbohidratos complejos que mencionábamos. Habrá que beber cantidades de agua, dejando de lado azúcares, lácteos y grasas saturadas.
Cumpliendo esos requisitos y, en virtud de los requerimientos de cada persona, se suministrarán posteriormente los suplementos para tener las dosis mínimas recomendadas de cada nutriente para el rendimiento máximo del metabolismo.
Pero seguramente uno de los puntos de conflicto entre la mayoría de los profesionales y quienes defienden esta dieta, es que los segundos argumentan que los procesos actuales de producción de alimentos afectan sus nutrientes originales, por lo que estas dosis diarias de suplementos necesarios son incluso superiores a las que cualquier estudio indicaría.
Sin prescindir de otros consejos relacionados con hábitos de vida saludables, como hacer deporte o evitar el tabaco y el alcohol, la nutrición ortomolecular se posiciona así como una potencialmente peligrosa para la persona que la adopte sin consultar a alguien formado en la materia.
Fuente: Okdiario